La Subida al Cerro del Atabal por la vía que proponemos es muy sencilla en todos los sentidos. Subiremos 70 metros de desnivel en aproximadamente 450 metros de longitud. Además el camino transcurre por carril, y solo hay que seguirlo hacia la cima, no tiene pérdida.

Desde el punto de inicio de la subida, en la Calle Rosa García Ascot, a sólo unos 20 metros del puerto de montaña que da nombre al distrito, el Puerto de la Torre, veremos un pequeño terraplén de tierra que nos conduce en dirección al monte pasando entre los edificios tal y como se ve en la siguiente imagen.


En este primer tramo veremos algunas grandes encinas que nos indican un antiguo pasado ecológico mucho más rico.

En seguida desembocamos en el carril que asciende en espiral hasta la cumbre del monte.

Al llegar a dicho carril veremos dos grandes antenas de telecomunicaciones junto a una casa.

Según ascendemos por el carril, podemos observar en sus laderas los vestigios de un antiguo olivar (que se continúa por toda la ladera sur faldas abajo del monte),

También encontramos algunos algarrobos de gran porte, así como un buen número de pequeños pero ya visibles pinos piñoneros que plantaron los Agentes Locales Ambientales de Málaga y el Aula de la Naturaleza Las Contadoras con la colaboración del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, durante los años 2005 al 2010.



El carril asciende bordeando el monte como hemos dicho, mostrándonos desde el principio unas vistas espectaculares hacia todos los puntos cardinales, tal y como nos vaticinaba la propia torre almenara de su cumbre.

Encontramos además en el entorno una gran profusión y concentración de puntos singulares municipales.


Imagen tomada ya cerca de la cima y mirando hacia el este. Al fondo vemos los Montes Tortuga, Gibralfaro, Victoria y Juan, y delante de éstos,
el conjunto de edificicios de los bloques del Atabal y más atrás, los de la Urbanización Hacienda Cabello, ya cercanos al Tortuga.
Más a la derecha vemos parte de la Laguna de la Barrera o de la Colonia de Santa Inés, único sistema lagunar urbano de Andalucía.



El carril nos conducirá tranquilamente hacia la cumbre en una subida fácil.

No obstante puede resultar interesante andurrear un poco por las laderas del monte saliendo del camino, ya que pese a que el monte se encuentra incluido totalmente en el núcleo urbano, resulta ser un auténtico oasis de naturaleza. En este pequeño monte encontramos una gran biodiversidad si lo comparamos con las cercanas calles de la ciudad. Desde orquídeas de varias especies hasta un buen número de vertebrados, pasando por un elenco de herbáceas e insectos.

Aunque la cumbre fue reformada y la propia torre reconstruida a principios de la pasada década, la puesta en valor de este importante y emblemático monte malagueño aún no ha finalizado.

Así pues, como se ha dicho puede resultar muy interesante explorar y deambular por el monte si disponemos de tiempo, aunque desde la cumbre podremos observar perfectamente la mayor parte de las zonas exteriores.


Pronto llegamos a la cima, coronada por la Torre del Atabal. La cumbre de este monte nos permite una fácil observación hacia todos los puntos cardinales.


Impresionante imagen tomada desde la cumbre del Cerro del Atabal: En primer plano la Residencia Militar Castañón de Mena, y justo
detrás, las laderas sureñas del Monte de l Tortuga, con la parte occidental repoblada. Se ve bien el promontorio rocoso que
este monte tiene en su ladera sur. Al fondo, el Monte Gibralfaro, parte del Castillo, y la coracha, que unía la fortaleza con la Alcazaba.