El Cerro de San Antón es una formación montañosa de singulares y muy interesantes características paisajísticas y ecológicas, situada en la orla periurbana oriental de la ciudad de Málaga, al norte del Distrito Málaga Este.

Se encuentra relativamente cerca de la frontera oriental del municipio, de la que goza de excelentes vistas, al tiempo que este efecto de situación fronteriza le otorga perspectivas de altísimo interés hacia toda la zona occidental del territorio malagueño.

Las panorámicas hacia el sur (Distrito El Palo) y al oeste (Bahía y ciudad de Málaga) son altamente notables.

Al norte del cerro se encuentran Los Montes de Málaga a los que pertenece, constituyendo parte de sus estribaciones meridionales.

Su altura relativamente elevada y su situación periurbana le confieren unas características extraordinarias desde varios puntos de vista, destacando los aspectos paisajísticos, ambiental, de alto potencial para uso público, y de habitabilidad con alta calidad de vida entre otros.


El Cerro de San Antón está formado realmente por tres cumbres: por un lado, la cima occidental, de 495 m. de altura, que presenta unas excepcionales vistas hacia la Bahía y la ciudad de Málaga, así como del entorno cercano y medio de la urbe. Por su parte, la cima oriental es la que alcanza una mayor elevación con sus 511 metros de altura, constituyendo con la anterior, las famosas Tetas de Málaga. Finalmente una tercera más pequeña, a la que denominamos espolón sureste, con una altura de 386 metros y que nos ofrece una gran visión de la zona litoral.

Su nombre actual "San Antón" proviene del Santo Antonio Abad a quien se dedicó la Ermita que construyeron dos ermitaños en su ladera tras los repartimentos de tierras que hicieron los Reyes Católicos poco después de la conquista de la ciudad.


La ermita aparece en algunas fuentes como la más o una de las más antiguas construcciones de la ciudad de Málaga, estando ac
tualmente integrada en la llamada "Hacienda de San Antón" o "Castillo de San Antón" situada en la C/ Las Palmeras nº 51de la Urbanización Pinares de San Antón.

Las excepcionales vistas panorámicas que ofrece de la Bahía de Málaga, de gran parte de la ciudad y también de su entorno, le valió desde antiguo el ser denominado como Cerro de Buenavista.

Muy famoso y extendido también es el nombre de "Tetas de Málaga", con el que muchos malagueños y en especial las gentes del mundo de la mar denominan al monte por su morfología parecida a unos pechos de mujer.

Los vecinos más antiguos de los Montes de Málaga lo conocen con el nombre de "Los huevos del Toro", existiendo un antiguo refrán sobre la meteorología que dice que "cuando en los huevos del toro se mete la niebla, lluvia seguro".


El cerro forma parte de Los Montes de Málaga, constituyendo sus estribaciones sureñas ya muy cerca del mar, a solo unos 3 km. del la línea de costa.


Es un monte muy singularizado, es decir, que es claramente más alto que sus alrededores, siendo el punto más elevado en un radio de varios kilómetros a la redonda.

Por el norte y el oeste limita con el Arroyo Jaboneros. Por el sur encontramos la ciudad de Málaga (la Urbanización Pinares de San Antón primero y más abajo el Barrio del Palo con varias de sus importantes barriadas como Miraflores del Palo, Echevarría del Palo, etc.). Por el este el límite se establece en el Arroyo Wintemberg también denominado Arroyo El Palo. La superficie del área delimitada de esta manera es de unas 400 hectáreas.


La disposición general de las cumbres es de oeste a este, en formación aproximadamente paralela a la costa, presentando las cimas una disposición en forma curva con el lado cóncavo orientado al sur y al Mar Mediterráneo.

La distancia entre las cumbres principales es de unos 400 metros, y entre la Cumbre Oriental y el Espolón Sureste la distancia es mayor, de unos 600 metros en línea recta.

El collado o canalillo entre las cumbres principales se encuentra a una altura de unos 460 metros, siendo el desnivel hasta las cimas de unos 50 metros aproximadamente.

En la ladera sur y entre las cumbres, encontramos unas zonas relativamente llanas a modo de pequeñas mesetas que ofrecen al visitante una sensación de espacio majestuoso, de naturaleza abierta al tiempo que de espacio recogido.

En el año 2010 se aprovechó esta circunstancia para construir en esta zona uno de los dos miradores artificiales del Monte (el otro se construyó en el Espolón Sureste).



El relieve que presenta el Monte es fuerte y abrupto, acentuado por las hendiduras realizadas por los arroyos circundantes y los abundantes cortados que presenta en distintas zonas.

Un cortado especialmente notable y famoso tanto por lo visible que resulta desde la ciudad como por las dimensiones del mismo, es la gran falla oeste, que alcanza unos 300 metros de longitud y que confiere al monte una imagen característica.

Como veremos en el apartado de geología un poco más adelante, esta gran falla oeste es un elemento realmente singular. (podemos verla en la imagen de la izquierda).


En el clinograma se observa que predominan las pendientes superiores al 25 %, siendo mayores los desniveles en las zonas circundantes a las cumbres.

Desde el mar hasta las cumbres principales el desnivel medio es de aproximadamente el 17%, aunque esto es lo que resulta al incluir la llanura litoral sobre la que se asienta del Distrito Este. Si se contabiliza a partirdel límite urbano, la pendiente media aumenta hasta casi el 22%.

   En el Collado entre las cimas principales y en los cauces de    los arroyos circundantes las pendientes son menores.
   También en el espacio o zona de mesetas situada en la ladera    sur entre las 3 cumbres.

   En algunos de los cortados la pendiente es máxima llegando    en algunos casos a ser del 100%.





 

 

 







 

Los expertos están de acuerdo en que la geología del Monte de San Antón es altamente compleja para la extensión relativamente pequeña que presenta.

Gran parte del conjunto de rocas que actualmente forman el Cerro se comenzaron a formar hace muchos millones de años, bastante más al este de su actual emplazamiento, formando parte de la pequeña Placa de Alborán. Esta placa chocó contra la Placa Ibérica hace unos 25 millones de años, (cuyo límite sur estaba aproximadamente en la zona de la actual Sierra Morena), dando lugar a un gran plegamiento y superposición de rocas que originó el Sistema Bético y las cordilleras de todo el sureste español.


En la actualidad encontramos los siguientes tipos principales de rocas:

Las cimas y la línea de cumbres están formadas por calizas blancas del Jurásico, de una antiguedad de unos 180 - 140 millones de años y que se originaron presumiblemente en un mar relativamente profundo por depósitos de carbonato cálcico.

Estas rocas las vemos habitualmente de color grisáceo, aunque recien partidas son blancas.












Son duras y resistentenes a la erosión, pero en contacto con el agua y la atmósfera se disuelven y dan lugar a formaciones karsticas que en el Monte de San Antón están bien representadas, encontrando abundantes elementos de este tipo de modelado, tales como simas, galerías subterráneas, pequeñas dolinas, hundimientos, lapiaces, etc.


Especialmente destacable es la gran falla de San Antón, situada como hemos dicho en la ladera oeste de la Cumbre Oeste y que tiene unos 300 metros de longitud y unos 12-15 metros de altura de pared, aunque en muchos puntos la altura del corte es bastante mayor. La falla tiene una orientación de noreste a suroeste. Parece ser que se produjo por gravedad y distensiones postorogénicas, presentando un plano de falla con las características típicas de estos, tales como el pulimentado y las estrías producidas por el deslizamiento entre los dos bloques de rocas, así como una acumulación de detritos producida por la misma.

También encontramos un lapiaz de arroyada notable producido por las aguas de escorrentías, situado entre las dos cumbres principales.

Los escarpes característicos del monte de San Antón se han formado por desplomes de zonas en las que las frecuentes fisuras y grietas producidas por los procesos cársticos han sido suficientemente grandes, dejando a la vista uno de los lados de la grieta en forma de paredes muchas veces casi verticales.

 

 



En una pequeña zona al sur de la cumbre occidental aparece intercalada un afloramiento de calizas rojas que seguramente se formaron en ambiente marino a continuación que las calizas blancas, hace entre 140 y 65 millones de años, pero en las que la sedimentación se produjo en un ambiente con mayor abundacia de hierro, lo que les confiere su característico color

El afloramiento se encuentra a unos 200 metros al sur de la Cumbre Oeste. Desde la zona de la cruz salen algunas pequeñas veredas o más bien sendillas que bajan hasta un pequeño promontorio. La parte alta tiene menos pendiente y aparece como una pequeñísima zona más horizontal.

Podemos guiarnos por el Lagarillo blanco que está más abajo pero en la misma dirección hacia la que nos debemos dirigir. Además el propio promontorio es visible desde la misma cima.







Cuando llegamos al lugar tenemos que fijarnos bien, ya que las rocas no se ven de color rojo fuerte, sin más bien rojizo pálido, además de que no todas las rocas de la zona son las mencionadas calizas rojas.

Al partirlas, lo que es difícil pues son muy duras, si que aparecen de un color intenso y con abundantes y características vetas de calcita blanca, además de manchas y costras ferruginosas.

Estas calizas presentan macrofauna fósil, especialmente belemnites y
pelecípodos


En la zona aún aparecen marcas de barrenos para la antigua explotación y extracción de la roca, usada durante el siglo XVII para la construcción del suelo del Altar Mayor de la Catedral de Málaga y de la Iglesia de Las Angustias del Palo. Se puede encontrar mayor información de este y otros aspectos de los usos de las rocas del Monte San Antón en el apartado de historia de esta misma Introducción.



El conjunto de calizas blancas se encuentra rodeado por conos de deyección de constitución carbonatada
, originada por procesos erosivos en tiempos mucho más recientes, en el caternario. Estos conos aparecen en casi todo el perímetro del cerro excepto en la zona noreste.

La roca caliza de la línea de cumbres se descompone en fragmentos de diverso tamaño por procesos erosivos, y por gravedad y por arriada de aguas bajan a lugares de menor altura formando depósitos que encontramos en casi todas las laderas del monte.

En la zona de los Tres Pinos por ejemplo, es frecuente encontrar estos derrubios en forma de brechas, con una matriz rojiza constituida por arenas o arcillas y que envuelve a fragmentos de distintos tamaños de caliza blanca.

En toda la parte oriental del monte, desde el noreste al sureste, encontramos una gran zona de conglomerados, areniscas, yesos y arcillas que
en el caso del Monte San Antón se caracterizan por su color rojizo. Se formaron seguramente hace entre 280 y 200 millones de años por depósitos de sus materiales constituyentes en un mar poco profundo.

Los conglomerados, areniscas y arcillas están formados por fragmentos de cuarzo de distintos tamaños, denominándose de estas distintas formas según el tamaño de sus partes (arcillas si los granos son muy finos, areniscas si son del tamaño de arenas, y conglomerados si los granos son mayores, del tipo de pequeños o no tan pequeños fragmentos de roca).




Alrededor de todo este conjunto y en general en las zonas bajas de las laderas encontramos materiales silíceos como filitas y grauwacas que se formaron por metamorfismo hace unos 300 - 400 millones de años. Constituyen la base del Monte, así como los cauces de los arroyos Jaboneros y Cañada de San Antón por ejemplo.


En la parte baja del cauce del Arroyo Jaboneros encontramos depósitos de tipo aluvial
de una antiguedad relativamente pequeña (del cuaternario).

En realidad hay al menos unos cuantos tipos más de rocas presentes en la zona del Monte San Antón.

A la izquierda vemos el mapa geológico del actual PGOU de Málaga (El afloramiento de calizas rojas aparece con el número 31 al sur de la Cumbre Oeste, como calizas alabeadas, calizas azul oscuro típicas y frecuentes en el macizo de Los Montes de Málaga (que podemos ver en el mismo color verdoso en toda la parte superior de este mapa).

Los valores geológicos del Monte de San Antón son aceptados unánimemente por todos los entendidos en la materia.

Así por ejemplo, en la memoria que hicieron los biólogos Oscar Noel Gavira Romero y Federico Miguel Casimiro-Soriguer Solanas, por encargo de la Comunidad de Propietarios de la Urbanización Pinares de San Antón, con el fin de pedir a las administraciones la declaración del Monte como Monumento Natural, se menciona como uno de sus principales valores a las características geológicas del monte.





Es importante reseñar que el Monte San Antón es uno de los cerros testigo más significativos de la cobertera Maláguide:

El complejo maláguide es el conjunto tectónico superior de la zona interna de la Cordillera Bética, estando a su vez formado por los materiales del zócalo (más antiguos y que se formaron en el paleozoico) y la cobertera (formados en el mesozoico y cenozoico).

Los materiales y estratos del zócalo y la cobertera corresponden a ciclos orogénicos distintos, estando la cobertera dispuesta sobre el zócalo.


En muchas zonas la cobertera, que hace millones de años habría cubierto gran parte de la zona litoral de la provincia de Málaga, se ha perdido a los largo del tiempo por procesos erosivos, aunque han quedado los denominados "cerros testigos" que aún mantienen una buena representación de estos materiales, como el Monte Victoria (formado casi totalmente por dicha cobertera), el Cerro de la Tortuga ó el propio San Antón.

En el Monte San Antón los materiales de la cobertera Maláguide están totalmente representados, alcanzando su mayor desarrollo con una potencia máxima de 70 metros (la potencia es el grosor de las capas o estratos).



La constitución general del Complejo Maláguide es la siguiente (tomado de Wikipedia)

En el zócalo podemos distinguir tres formaciones:

1. Formación detrítica inferior: está muy extendida, aflorando en los Montes de Málaga y en las sierras costeras occidentales de la provincia de Málaga. Esta formación está constituida por pizarras y areniscas micáceas, y minoritariamente por cuarcitas que destacan por su color blanco. En los Montes de Málaga, esta formación está atravesada por una red de diques de rocas ígneas subvolcánicas.

2. Formación de calizas alabeadas: es una formación carbonatada muy extendida en el complejo maláguide que está superpuesta a la formación detrítica inferior. Estos materiales no suelen ser calizas estrictamente, son materiales calizos que van desde calizas pizarrosas y areniscosas, hasta areniscas calcáreas.

3. Formación detrítica superior: sobre las calizas alabeadas se sitúa esta formación detrítica formada por pizarras, grauwakas y conglomerados. Los afloramientos más amplios se observan en el oeste de Málaga. En la parte superior de esta formación se observa una discordancia sedimentaria, lo que pone de manifiesto la existencia de una etapa tectónica.

Las rocas de la cobertera se disponen discordantemente sobre las anteriores. La cobertera está formada por una serie de formaciones que suelen presentar lagunas estratigráficas:

1. Permo-Trías: formada por areniscas, conglomerados y arcillas. Destacan por su colo rojo. Casabermeja se sitúa sobre estos materiales. Son de edad Triásica.

2. Carbonatos jurásicos: se encuentran sobre los materiales triásicos, de muro a techo del conjunto encontramos los siguientes materiales, margas, dolomías y calizas en la parte superior.

3. Cretácico y Cenozoico: el conjunto se ve afectado por una etapa erosiva en el cretácico inferior, los materiales de después del jurásico son muy escasos. Después del cretácico, en el cenozoico, aparece una formación distintiva del maláguide, que son las calizas y calcarenitas del eoceno.

 

Se puede encontrar más información sobre la geología de San Antón en los libros siguientes por ejemplo: "Por los Caminos del Monte San Antón" de la Editorial Airon escrito por los profesores malagueños Teresa Fernández, Arantza Plazaola, Dolores Gálvez, Juan A. Valero, Arturo Fernández, Erneste Fernández y Juan C. Orozco, y también en "El Monte San Antón (Málaga). Análisis de un espacio natural periurbano", de Matías Mérida Rodríguez, publicado por la Editorial Textos mínimos de la Universidad de Málaga en 1994.

En el apartado de historia se hace referencia a la utilización de rocas de San Antón para la construcción de las primeras iglesias que se levantaron en la ciudad de Málaga tras la toma de la misma por los Reyes Católicos.

Así mismo hemos incluido en el apartado de historia, un epígrafe dedicado a las caleras que hubo en el monte para la elaboración de cal.





En la zona del Monte San Antón existen 4 corrientes de agua principales, todas ellas de carácter estacional: dos de ellas nacen en el propio cerro, la Cañada ó Arroyo de San Antón y el Arroyo Winttemberg también llamado Arroyo El Palo, mientras que los otros dos arroyos, el Jaboneros y el Gálica, de mayores dimensiones y caudal, nacen unos cuantos kilómetros más al norte.

De estos cuatro arroyos, tres vierten sus aguas directamente al Mar Mediterráneo, mientras que el Arroyo San Antón desemboca en el Jaboneros.

El Arroyo Gálica en realidad no forma parte del sistema del Monte San Antón, quedando mayoritariamente fuera del área en que se considera inmerso el cerro, pero algunos de sus afluentes de su margen derecha si que recogen las aguas de sus laderas.

Las calizas permiten que las precipitaciones se infiltren en la tierra acumulándose y actuando en general como regulador de su salida del sistema e impidiendo la escorrentía superficial. En puntos donde la roca caliza contacta con otras de tipo impermeable, pueden producirse afloramientos en forma de fuentes y manantiales, y cuando el caudal es grande estas aguas pueden continuar por la superficie en forma de arroyos.

Cuando el agua subterránea se acumula sobre una capa impermeable puede ser aprovechada con minas de agua, forma típica de acceso al agua en toda la comarca de Los Montes de Málaga (en el Monte San Antón hay dos de estas minas).

La red fluvial es de tipo dendrítico y como es típico en cerros y montañas aislados, se organiza de forma centrífuga.



Aunque como hemos dicho la presencia de rocas calizas tiende a regular la escorrentía, cuando el sustrato rocoso es de caracter más silíceo esto cambia.

Las fuertes pendientes de las laderas unido a la gran ausencia de vegetación en la cuenca y al carácter irregular de las precipitaciones en nuestro clima mediterráneo, hacen que cuando hay precipitaciones aumente rápidamente el caudal de estos arroyos, y si las mismas son copiosas y torrenciales, cosa habitual y frecuente en los otoños, el caudal de estas corrientes pueden resultar devastadores tanto por su fuerza como por el transporte de materiales.






La mayoría de arroyos permanecen secos la mayor parte del tiempo debido a estos factores (dimensiones de la cuenca, ausencia de vegetación, rápidos procesos de escorrentía supuerficial y vertido al mar, etc.).

En cambio los Arroyos Jaboneros y Gálica si que pueden presentar agua corriente durante muchos meses al año en ejercicios normales climatológicamente hablando. (en la imagen de la derecha vemos el Puente sobre el Arroyo Gálica de la Ronda Este de la Autovía del Mediterráneo A-7).




Cuando iniciamos el ascenso al Cerro desde el final de Calle Stradivarius, a la derecha de nuestro camino tenemos las cuencas del Arroyo El Palo o Winttember en primer término, y mayoritariamente lo que vemos es la gran cuenca del Arroyo Gálica y sus afluentes, que dominan toda esta zona oriental próxima al monte.


Si se desea se puede pinchar en el pequeño mapa de la izquierda que ofrece una vista parcial de esta zona del Arroyo Gálica observable al incio de la subida a San Antón.

Así mismo en la panorámica siguiente podemos clicar y ver estas vistas hacia la zona oriental del cerro en las primeras rampas de ascesión al mismo.

 


En las zonas norte y oeste próximas al cerro en cambio domina el curso medio y bajo del Arroyo Jaboneros. Podemos observar bien gran parte de su trayectoria final una vez llegamos al collado de las dos cimas principales, desde donde las vistas panorámicas del tramo bajo son excelentes, alcanzando también nuestra vista hacia buena parte del tramo medio y alto (ver apartado de subida a la cumbre de San Antón).

Este arroyo rodea al Cerro de San Antón por occidente, viniendo desdel el norte y desembocando en el mar justo en la frontera entre Pedregalejo y El Palo, cuyos límites los marcan precisamente el cauce de este arroyo.



El Arroyo Jaboneros nace en la zona sur del Monte Reina y del Puerto del León, zona conocida comúnmente como Cabecera del Jaboneros.

Desde ahí inicia un recorrido de unos 19 kilómetros hasta desembocar en el Mar Mediterráneo, en un trazado de orientación básica de norte a sur jalonado de gran cantidad de antiguos lagares.

La imagen de la derecha está tomada desde el Collado situado entre las cumbres principales de San Antón y mirando hacia el norte.

En la misma se ve perfectamente la cabecera del Arroyo Jaboneros, gran parte de su curso hacia el sur, pasando por la zona del Monte Matanza y por su famoso bosque, del que se dice que fue el único bosque originado por aquellas repoblaciones y que no es de la Cuenca del Guadalmedina y por tanto del Parque Natural.

También vemos en primer plano la entrada al perímetro y zona adyacente del Monte San Antón, iniciando un giro hacia occidente para bordear el cerro y dirigirse nuevamente hacia el sur siguiendo su curso para desembocar en el mar.

Deja a su derecha al Cerro Escalera, la Autovía del Mediterráneo y al Túnel del Cerrado Calderón, y pasa por varias e importantes barriadas de Málaga, como la Cerrajerilla y La Mosca. Atraviesa la Autovía por el Puente del Arroyo Jaboneros y entra en la zona urbana del Distrito Málaga Este, desembocando en las Playas del Palo, dejando el barrio de Pedregalejos a occidente y al barrio de El Palo a oriente.

 


El Valle del Jaboneros fue en siglos pasados un importantísimo lugar de producción de vino, enmarcado en la pujante comarca de Los Montes de Málaga.

La repoblación que dió lugar al actual Parque Natural Montes de Málaga tenía como principal objetivo detener las frecuentes inundaciones producidas por el Rio Guadalmedina, por lo que Valle del Jaboneros no se repobló. La carretera A-7000 llamada comunmente como De Los Montes, es el límite del Parque Natural por oriente, ya que se suele decir que de la carretera hacia el este, las aguas no vierten hacia el Guadalmedina, sino hacia el Jaboneros.

Ambos arroyos, el Jaboneros y el Gálica, son catalogados por el PGOU como de Calidad Ambiental Alta, ya que actúan como importantísimos corredores ecológicos para la fauna, conectando distintas áreas de gran importancia ambiental y facilitando el trasiego de fauna en el territorio municipal, a la vez que acogen a importantes comunidades con una muy alta biodiversidad. También enriquecen el paisaje y mejora la capacidad de cultivo de amplias zonas. Todo eso además de drenar el agua de sus propias cuencas hidrográficas, claro. En el apartado de bibliografía y enlaces se pueden encontrar las fichas técnicas de estos arroyos según el PGOU de Málaga.

Estos dos arroyos, el Jaboneros y el Gálica, son además los más importantes de entre los que aún vierten sus aguas al mar por la superficie, de toda la margen oriental del litoral del municipio de Málaga (quizás se podría incluir al Arroyo Totalán, que hace de frontera municipal).

El 9 de julio de 2012 se inauguraron los puentes o pasarelas sobre los cauces de los Arroyos Gálica y Jaboneros, una reivindicación antigua de los vecinos del Palo, ya que hasta la construcción de estos puentes había que cruzar por la arenca para seguir el Paseo Marítimo. Estas pasarelas daban por fin continuidad a un gran tramo del Paseo Marítimo del litoral municipal.

Estos puentes se realizaron ambos con cargo al Fondo Estatal para el Fomento de la Economía Local y Empleo (Fondos Zapatero) del año 2009.

En el apartado de bibliografía y enlaces se pueden encontrar las noticias de la inauguración de estos puentes en los Diarios El Mundo Digital y La Opinión de Málaga (esta última noticia aporta una buena información general de la arquitectura y tipología de estos puentes, así como de las dificultades que había que resolver para su construcción y otros datos de interés).





 

Es sabido por muchos malagueños que los valores paisajísitos del Monte San Antón son muy elevados, tanto para ofrecer vistas desde el mismo hacia su entorno, como para aparecer como un icono topográfico de gran relevancia para una parte importante de la ciudad de Málaga.

Al primero de estos aspectos se le denomina Potencial de Visualización, y el nombre que se le dió desde antiguo al monte, Cerro de Buenavista, expresa bien la opinión que los malagueños de antaño tenían de dicho potencial en el caso del Monte San Antón.

 Como se dijo anteriormente, la gran singularización topográfica del monte, apareciendo  como el punto más alto en varios kilómetros a la redonda, su situación periurbana, su  constitución geológica y su relieve fuerte y abrupto hacen que la presencia del monte no  pase inadvertida desde los puntos en los que las condiciones de visibilidad lo permiten.

 

 

En el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga de 1983 se expresa claramente la importancia ecológica y paisajística del Monte San Antón.

Para ofrecer alguna información básica sobre el paisaje del monte usaremos el estudio realizado por Matías Mérida Rodríguez a principio de los años 90 y que podemos encontrar en el libro "El Monte San Antón (Málaga). Análisis de un espacio natural periurbano", editado por la Universidad de Málaga (ver apartado de bibliografía y enlaces).

En dicho estudio Matías Mérida analliza las condiciones de visibilidad del Monte San Antón, encontrando que lo los aspectos topográficos no son determinantes para saber desde qué puntos de la ciudad se puede observar actualmente el monte, ya que desde los años 60 en la ciudad se ha venido produciendo un gran crecimiento en altura de las edificaciones en la ciudad que hacen que el monte no sea visible desde muchos puntos desde los que antiguamente si que debería haber sido visible.

Así, en el mapa de las condiciones de visibilidad topográficas se muestra en negro las zonas de la ciudad desde las que por imperativo topográfico no es posible ver el monte. Estas zonas se localizan casi todas al este del Río Guadalmedina, zona centro y norte de la ciudad a la izquierda del río: Centro Histórico, Capuchinos, Victoria, Olletas, Ciudad Jardín, etc,. También se encuentran entre estas zonas el Limonar y parte de La Caleta.

El monte sería visible desde toda la zona oeste de la ciudad, excepto parte del barrio de la Trinidad. Además desde casi todo el litoral y las barriadas más próximas, como Pedregalejo y El Palo tendrían una gran visibilidad del monte.

En la siguiente imagen tomada desde la barriada de Echevarría del Palo podemos fácilmente hacernos una idea de la fuerte influencia paisajísita que tiene el monte por esta zona y en otras muchas partes del distrito.

 



Desde un punto de vista paisajístico y para ver el carácter referencial del monte, es importante estudiar sus condiciones de visibilidad desde las vías de entrada de la ciudad, teniendo así un punto de vista de la percepción del visitante además de los propios habitantes de Málaga.

Desde la mayoría de vías de entrada a la ciudad se visualiza bien el monte.

Únicamente desde dos de ellas, ambas de acceso a la ciudad por el norte, no se puede ver San Antón: la Nacional 321 o Carretera de las Pedrizas y la Comarcal A7000 o Carretera de los Montes, aunque desde esta última si que se puede ver el monte de forma intermitente al alejarnos unos pocos kilómetros de la ciudad, ofreciendo en la Venta El Mirador o en la Fuente de la Reina y el cercano Puerto del León, algunas de las pocas vistas accesibles de la cara norte del monte. La imagen de la derecha está tomada desde esta última zona. .


Respecto al potencial de visualización o capacidad del monte para generar vistas sobre su entorno, se concluye en el estudio que el monte presenta una gran amplitud de vistas, condicionadas en algunos puntos cardinales fuertemente por la orografía del entorno, y que dicho potencial es mayor hacia la zona oeste de la provincia.


El potencial de visualización del Monte San Antón es muy amplio, alcanzando hasta los 50 kilómetros hacia el este, 65 km. hacia el oeste y 40 km. hacia el noroeste.

Hacia el norte, y debido a la presencia del macizo de Los Montes de Málaga con una altura de unos 1000 metros, el potencial disminuye bastante, hasta los 7,5 kilómetros.

Por fin, hacia el sur es igualmente muy alto, aunque al encontrarse con el Mar Mediterráneo la distancia alcanza hasta el horizonte marino.


Por el oeste el Valle del Guadalhorce permite una mayor visibilidad, efecto que se ve aumentado al estar el mismo rodeado por grandes sierras como la de MIjas, Alpujata, Real, Tolox, Prieta, Alcaparín y Aguas. Además en esta perspectiva se incluye la propia ciudad de Málaga, visible en su mayoría desde el monte.


En el estudio de Matías Mérida se destacan varios aspectos importantes del paisaje del Monte San Antón. Así, desde un punto de vista intrínseco, es decir, considerando el espacio independientemente de su entorno, describe los siguientes:

 

- Morfología global: disposición integrada de su relieve, con una línea curva que une las tres cimas y que engloba los puntos situados en su parte cóncava aislándolos de su entorno.
- Simetría de las cumbres principales, con altura idéntica y simetría en sus laderas, con pendiente similar.

- Escarpes calizos: los cortados sur y oeste, de similares caracterísitcas, aunque el oeste tiene unas dimensiones mayores. Marcan una ruputra de las pendientes, siendo en algunos casos superiores al 90 %, y con una potencia de 20-30 metros (en algunos puntos del cortado oeste incluso superior) y de una longitud de unos 300 metros en el oeste (el sur tienen una presencia más intermitente). Estos cortados producen un gran impacto visual y hace que el monte resalte poderosamente de su entorno.

- Masa forestal situada en el sector central. Esta masa boscosa tiene mayor valor paisajístico debido a su situación enmarcada entre zonas rocosas desprovistas de vegetación.

Desde un punto de vista extrínseco, es decir, considerando el monte en su entorno, establece como más importantes los siguientes aspectos:

- Altitud y singularización: aunque solo tiene unos 500 metros de altura, es mayor que los montes cercanos, apareciendo además aislado en el espacio.

- Cercanía al mar, con una situación a menos de 3 kilómetros entre el mar y las cumbres principales, lo que acrecienta la sensación de altura y de fuertes pendientes.

- La litología con presencia de calizas blancas, frente a otros materiales más antiguos del Bético de Málaga en los puntos más elevados de su entorno acrecienta la diferencia cromática entre ambos espacios (grises azulados de San Antón frente a tonos marrones y ocres en su entorno).

- Morfología: las formas de San Antón son agrestes y de fuertes pendientes, lo que contrasta con formas más redondeadas y de laderas convexas de las zonas contiguas.

- Cercanía a un núcleo urbano, que acrecienta el contraste entre la zona urbanizada de la ciudad y una zona que aún formando parte de la zona cercana, aparece natural, lo que aumenta su valoración por parte de los ciudadanos.

- Pertenencia al núcleo urbano, con parte de sus laderas construidas o urbanizadas, lo que hace que perceptivamente el observador lo incluya en la ciudad y al tiempo lo separe y distinga de las zonas rurales de su entorno acrecentando sus diferencias y por tanto su singularidad
.

Matías Mérida concluye en su estudio que el Monte San Antón es uno de los espacios con mayor calidad visual de la ciudad de Málaga, al nivel de auténticos símbolos urbanos como la Catedral o Gibralfaro.