La subida al Monte Victoria desde la puerta del Colegio Cardenal Herrera Oria la marcamos de color verde, ya que no supone dificultad especial: se suben unos 90 metros de denivel en un recorrido corto, de menos de 1 kilómetro de longitud, que se puede hacer tranquilamente en una media hora a paso tranquilo, no presentando además dificultad técnica apenas.

El trazado de la ruta tiene primero una recta en dirección este y luego vira hacia el sur en una ascensión más o menos directa según las veredas que escojamos entre las muchas presentes en la zona.

Este monte ofrece durante su subida algunos aspectos extraordinarios y de gran valor cultural, histórico, biológico, geológico y paisajístico.




Desde la puerta del Colegio Cardenal Herrera Oria, cruzamos la Calle Seminario (que bordea el lateral oeste del monte) y nos dirigimos directamente hacia la adyacente zona arbolada ya en las laderas del propio monte.

Salimos para ello de la acera y nos adentramos en zona de tierra y de campo como vemos en la imagen.




En seguida encontraremos una red de veredas y pequeñas sendas que se cruzan unas a otras numerosas veces.

Nosotros subiremos primero en dirección este. Para ello podemos hacerlo por la zona más norteña, sin vegetación apenas, o bien escoger alguna de las sendas más al interior del bosque entre los grandes algarrobos, encinas y pinos.

En la imagen de la derecha vemos los inicios de la subida por terreno desprovisto de vegetación y vemos justo al lado la frontera con el bosque.

Ya desde los primeros metros de subida el paisaje se abre y enseguida vemos algunas de las excelentes vistas que el monte nos ofrece. Mirando hacia atrás vemos la ciudad, la Sierra de Verdiales, el Monte Coronado y algunos otros, en una perspectiva del municipio de gran belleza.

 



A solo unos cientos de metros llegamos a la parte baja de la arista norte del monte, desde donde podremos disfrutar de panorámicas hacia el norte y al este.

Contemplaremos una excelente panorámica de la Urbanización Colinas del Limonar en construcción. También tenemos vistas de buena parte de la zona sureste del municipio, San Antón con su falla occidental, el Cerro Calderón o Cerro Escalera, del que el Monte Victoria nos brinda una inmejorable perspectiva de la forma escalonada de sus cimas, etc.



Nuestra propuesta es volver a continuación a la cara oeste del monte para ascender por veredas que estén dentro del bosque, disfrutando así de este bosquete de repoblación que aparece en el PGOU de Málaga como una de las zonas boscosas del municipio.


El monte se usó como zona de cultivo de vides y olivos durante mucho tiempo, pero al perder su vegetación original, las lluvias de escorrentías hacían que las zonas adyacentes de la ciudad se llenaran de barro y lodos.

Esto llevó a que durante los años 40 del pasado siglo sus laderas se incluyeran en las repoblaciones que el ayuntamiento realizó en esta y otras zonas, como el propio Monte Gibralfaro.

Si se quiere, se podrá bajar por la cuerda propiamente dicha, la cual está más desprotegida de vegetación y además resulta más directa, pudiendo realizar así nuestro descenso de una manera bastante rápida si así lo deseamos.



En este bosque abundan por ejemplo las esparragueras, de las que encontramos numerosísimos pies.

Se pueden encontrar algunos artículos y archivos sobre la interesante biología y ecología de encontramos en este monte, sobre todo teniendo en cuenta el contexto absolutamente urbano en el que se encuentra integrado.

 

 

 






A partir de este punto se trata de ir ascendiendo y acercándonos hacia el sur, hacia la cumbre del monte. También aquí encontramos una red de veredas que se cruzan aquí y allá.

Las grandes antenas del Victora nos indican que la cima se halla cerca.


Por esta zona intermedia el monte nos ofrece unas vislumbres de lo que nos mostrará desde su cumbre, apareciendo imágenes que sorprenden por su belleza: vemos la ciudad, con el centro histórico en primper plano, el Monte Gibralfaro, del que el Victoria ofrece quizás la más cercana y espectacular visión, y también una impresionante imagen de la línea de costa de la zona oeste de la ciudad, con la Sierra de Torremolinos como permantente telón de fondo de la urbe malagueña, entre otras muchas cosas intersantes más.



Seguimos serpenteando por la red de veredas, ganando altura y acerándonos hacia el sur, de manera que finalmente accederemos a la parte alta del monte, donde encontraremos un notable desdenso de la vegetación arbórea y arbustiva, al tiempo que una gran profusión de estructuras humanas.


Es necesario rodear las instalaciones de la cumbre para disfrutar de unas vistas realmente preciosas hacia todos los puntos cardinales.

Efectivamente, el Monte Victoria nos brinda panorámicas hacia todos los puntos cardinales, pero para disfrutarlos deberemos acercanos a los lugares más idóneos en cada caso.

Entre otras estructuras, encontramos en esta cumbre un depósito de agua, una serie de grandes antenas de telecomunicaciones, los restos de la Ermita de San Cristóbal, también los de un antiguo mirador y, una carretera que conduce hasta la zona del Limonar.










La cumbre nos ofrece todo un elenco de puntos singulares del municipio de Málaga, añadiendo más atractivo a su subida y aportando una mayor recompensa si cabe a los excursionistas que decidamos ascender hasta su cumbre.

El descenso podemos hacerlo por la frontera entre la zona boscosa y la zona de matorral. Si escogemos este recorrido podremos bajar tranquilamente en unos 10 o 15 minutos de cómodo paseo.

En cualquier caso la bajada es igualmente sencilla, ya que el monte es orográficamente muy compacto y es dificil desorientarse si tenemos un poco de cuidado.