
El
Cerro de San Antón es una formación montañosa
de singulares y muy interesantes características
paisajísticas y ecológicas, situada en la orla
periurbana oriental de la ciudad de Málaga, al norte del Distrito
Málaga Este.
Se encuentra relativamente cerca de la frontera oriental del municipio,
de la que goza de excelentes vistas, al tiempo que este efecto de
situación fronteriza le otorga perspectivas de altísimo
interés hacia toda la zona occidental del territorio malagueño.
Las panorámicas hacia el sur (Distrito El Palo) y al oeste
(Bahía y ciudad de Málaga) son altamente notables.
Al norte del cerro se encuentran Los Montes de Málaga a los
que pertenece, constituyendo parte de sus estribaciones meridionales.
Su altura relativamente elevada y su situación periurbana le
confieren unas características extraordinarias desde varios
puntos de vista, destacando los aspectos paisajísticos, ambiental,
de alto potencial para uso público, y de habitabilidad con
alta calidad de vida entre otros.
El Cerro de San Antón está
formado realmente por tres cumbres: por un lado, la cima
occidental, de 495 m. de altura, que presenta unas excepcionales
vistas hacia la Bahía y la ciudad de Málaga,
así como del entorno cercano y medio de la urbe.
Por su parte, la cima oriental es la que alcanza una mayor
elevación con sus 511 metros de altura, constituyendo
con la anterior, las famosas Tetas de Málaga. Finalmente
una tercera más pequeña, a la que denominamos
espolón sureste, con una altura de 386 metros y
que nos ofrece una gran visión de la zona litoral.

Su nombre actual "San Antón" proviene
del Santo Antonio Abad a quien se dedicó la Ermita
que construyeron dos ermitaños en su ladera tras
los repartimentos de tierras que hicieron los Reyes Católicos
poco después de la conquista de la ciudad.
La ermita aparece en algunas fuentes como la más
o una de las más antiguas construcciones de la
ciudad de Málaga, estando actualmente integrada
en la llamada "Hacienda de San Antón"
o "Castillo de San Antón" situada en
la C/ Las Palmeras nº 51de la Urbanización
Pinares de San Antón.
Las excepcionales vistas panorámicas que ofrece
de la Bahía de Málaga, de gran parte de
la ciudad y también de su entorno, le valió
desde antiguo el ser denominado como Cerro de Buenavista.
Muy famoso y extendido también es el nombre de
"Tetas de Málaga", con el que muchos
malagueños y en especial las gentes del mundo de
la mar denominan al monte por su morfología parecida
a unos pechos de mujer.
Los vecinos más antiguos de los Montes de Málaga
lo conocen con el nombre de "Los huevos del Toro",
existiendo un antiguo refrán sobre la meteorología
que dice que "cuando en los huevos del toro se mete
la niebla, lluvia seguro".
El cerro forma parte de Los Montes de Málaga,
constituyendo sus estribaciones sureñas ya muy
cerca del mar, a solo unos
3 km. del la línea de costa.

Es un monte
muy singularizado, es decir, que es claramente más
alto que sus alrededores, siendo el punto más
elevado en un radio de varios kilómetros a la
redonda.
Por el norte y el oeste limita con el Arroyo Jaboneros.
Por el sur encontramos la ciudad de Málaga (la
Urbanización Pinares de San Antón primero
y más abajo el Barrio del Palo con varias de
sus importantes barriadas como Miraflores del Palo,
Echevarría del Palo, etc.). Por el este el límite
se establece en el Arroyo Wintemberg también
denominado Arroyo El Palo. La superficie del área
delimitada de esta manera es de unas 400 hectáreas.
La disposición general de las cumbres es de oeste
a este, en formación aproximadamente paralela
a la costa, presentando las cimas una disposición
en forma curva con el lado cóncavo orientado
al sur y al Mar Mediterráneo.
La distancia entre las cumbres principales es de unos
400 metros, y entre la Cumbre Oriental y el Espolón
Sureste la distancia es mayor, de unos 600 metros en
línea recta.
El collado o canalillo entre las cumbres principales
se encuentra a una altura de unos 460 metros, siendo
el desnivel hasta las cimas de unos 50 metros aproximadamente.
En la ladera sur y entre las cumbres, encontramos unas
zonas relativamente llanas a modo de pequeñas
mesetas que ofrecen al visitante una sensación
de espacio majestuoso, de naturaleza abierta al tiempo
que de espacio recogido.
En el año 2010 se aprovechó esta circunstancia
para construir en esta zona uno de los dos miradores
artificiales del Monte (el otro se construyó
en el Espolón Sureste).

El relieve que presenta el Monte es fuerte y abrupto,
acentuado por las hendiduras realizadas por los arroyos
circundantes y los abundantes cortados que presenta
en distintas zonas.
Un cortado especialmente notable y famoso tanto por
lo visible que resulta desde la ciudad como por las
dimensiones del mismo, es la gran
falla oeste, que alcanza unos 300 metros de longitud
y que confiere al monte una imagen característica.
Como veremos en el apartado de geología un poco
más adelante, esta gran falla oeste es un elemento
realmente singular. (podemos verla en la imagen de la
izquierda).
En el clinograma se observa que predominan las pendientes
superiores al 25 %, siendo mayores los desniveles en
las zonas circundantes a las cumbres.
Desde el mar hasta las cumbres principales
el desnivel medio es de aproximadamente el
17%, aunque esto es lo que resulta al incluir
la llanura litoral sobre la que se asienta
del Distrito Este. Si se contabiliza a partirdel
límite urbano, la pendiente media aumenta
hasta casi el 22%.

En el Collado entre las
cimas principales y en los cauces de los
arroyos circundantes las pendientes son menores.
También
en el espacio o zona de mesetas situada en
la ladera sur entre las
3 cumbres.
En algunos de los cortados
la pendiente es máxima llegando en
algunos casos a ser del 100%.


Los expertos están de acuerdo en que la geología
del Monte de San Antón es altamente compleja para la extensión
relativamente pequeña que presenta.
Gran parte del conjunto de rocas que actualmente forman el Cerro se
comenzaron a formar hace muchos millones de años, bastante
más al este de su actual emplazamiento, formando parte de la
pequeña Placa de Alborán. Esta placa chocó contra
la Placa Ibérica hace unos 25 millones de años, (cuyo
límite sur estaba aproximadamente en la zona de la actual Sierra
Morena), dando lugar a un gran plegamiento y superposición
de rocas que originó el Sistema Bético y las cordilleras
de todo el sureste español.

En la actualidad encontramos los siguientes tipos principales de rocas:
Las cimas y la línea de cumbres están formadas
por calizas blancas del Jurásico, de una antiguedad
de unos 180 - 140 millones de años y que se originaron presumiblemente
en un mar relativamente profundo por depósitos de carbonato
cálcico.
Estas rocas las vemos habitualmente de color grisáceo, aunque
recien partidas son blancas.

Son duras y resistentenes a la erosión, pero en contacto con
el agua y la atmósfera se disuelven y dan lugar a formaciones
karsticas que en el Monte de San Antón están bien representadas,
encontrando abundantes elementos de este tipo de modelado, tales como
simas, galerías subterráneas, pequeñas dolinas,
hundimientos, lapiaces, etc.
Especialmente destacable es la gran falla de San Antón, situada
como hemos dicho en la ladera oeste de la Cumbre Oeste y que tiene
unos 300 metros de longitud y unos 12-15 metros
de altura de pared, aunque en muchos puntos la altura del corte es
bastante mayor. La falla tiene una orientación de noreste
a suroeste. Parece ser que se produjo por gravedad y distensiones
postorogénicas, presentando un plano de falla con las características
típicas de estos, tales como el pulimentado y las estrías
producidas por el deslizamiento entre los dos bloques de rocas, así
como una acumulación de detritos producida por la misma.
También encontramos un lapiaz de arroyada notable producido
por las aguas de escorrentías, situado entre las dos cumbres
principales.
Los escarpes característicos del monte de San Antón
se han formado por desplomes de zonas en las que las frecuentes fisuras
y grietas producidas por los procesos cársticos han sido suficientemente
grandes, dejando a la vista uno de los lados de la grieta en forma
de paredes muchas veces casi verticales.
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En una pequeña zona al sur de la cumbre occidental
aparece intercalada un afloramiento de calizas rojas que
seguramente se formaron en ambiente marino a continuación que
las calizas blancas, hace entre 140 y 65 millones de años,
pero en las que la sedimentación se produjo en un ambiente
con mayor abundacia de hierro, lo que les confiere su característico
color
El afloramiento se encuentra a unos 200 metros al sur de la Cumbre
Oeste. Desde la zona de la cruz salen algunas pequeñas veredas
o más bien sendillas que bajan hasta un pequeño promontorio.
La parte alta tiene menos pendiente y aparece como una pequeñísima
zona más horizontal.
Podemos guiarnos por el Lagarillo blanco que está más
abajo pero en la misma dirección hacia la que nos debemos dirigir.
Además el propio promontorio es visible desde la misma cima.

Cuando llegamos al lugar tenemos que fijarnos bien, ya que las rocas
no se ven de color rojo fuerte, sin más bien rojizo pálido,
además de que no todas las rocas de la zona son las mencionadas
calizas rojas.
Al partirlas, lo que es difícil pues son muy duras, si que
aparecen de un color intenso y con abundantes y características
vetas de calcita blanca, además de manchas y costras ferruginosas.
Estas calizas presentan macrofauna fósil, especialmente belemnites
y
pelecípodos
En la zona aún aparecen marcas de barrenos para la antigua
explotación y extracción de la roca, usada durante el
siglo XVII para la construcción del suelo del Altar Mayor de
la Catedral de Málaga y de la Iglesia de Las Angustias del
Palo. Se puede encontrar mayor información de este y otros
aspectos de los usos de las rocas del Monte San Antón en el
apartado de historia de esta misma Introducción.
El conjunto de calizas blancas se encuentra rodeado por conos de
deyección de constitución carbonatada, originada
por procesos erosivos en tiempos mucho más recientes, en
el caternario. Estos conos aparecen en casi todo el perímetro
del cerro excepto en la zona noreste.
La roca caliza de la línea de cumbres se descompone en fragmentos
de diverso tamaño por procesos erosivos, y por gravedad y
por arriada de aguas bajan a lugares de menor altura formando depósitos
que encontramos en casi todas las laderas del monte.
En la zona de los Tres Pinos por ejemplo, es frecuente encontrar
estos derrubios en forma de brechas, con una matriz rojiza constituida
por arenas o arcillas y que envuelve a fragmentos de distintos tamaños
de caliza blanca.
En toda la parte oriental del monte, desde el noreste al sureste,
encontramos una gran zona de conglomerados, areniscas, yesos y arcillas
que en el caso del Monte San Antón se caracterizan
por su color rojizo. Se formaron seguramente hace entre
280 y 200 millones de años por depósitos de sus materiales
constituyentes en un mar poco profundo.
Los conglomerados, areniscas y arcillas están formados por
fragmentos de cuarzo de distintos tamaños, denominándose
de estas distintas formas según el tamaño de sus partes
(arcillas si los granos son muy finos, areniscas si son del tamaño
de arenas, y conglomerados si los granos son mayores, del tipo de
pequeños o no tan pequeños fragmentos de roca).
Alrededor de todo este conjunto y en general en las zonas
bajas de las laderas encontramos materiales silíceos como
filitas y grauwacas que se formaron por metamorfismo hace
unos 300 - 400 millones de años. Constituyen la base del
Monte, así como los cauces de los arroyos Jaboneros y Cañada
de San Antón por ejemplo.
En la parte baja del cauce del Arroyo Jaboneros encontramos depósitos
de tipo aluvial de una antiguedad relativamente pequeña
(del cuaternario).
En realidad hay al menos unos cuantos tipos más de rocas
presentes en la zona del Monte San Antón.
A la izquierda vemos el mapa geológico del actual PGOU de
Málaga (El afloramiento de calizas rojas aparece con el número
31 al sur de la Cumbre Oeste, como calizas alabeadas, calizas azul
oscuro típicas y frecuentes en el macizo de Los Montes de
Málaga (que podemos ver en el mismo color verdoso en toda
la parte superior de este mapa).
Los valores geológicos del Monte de San Antón son
aceptados unánimemente por todos los entendidos en la materia.
Así por ejemplo, en la memoria que hicieron los biólogos
Oscar
Noel Gavira Romero y Federico Miguel Casimiro-Soriguer Solanas,
por encargo de la Comunidad de Propietarios de la Urbanización
Pinares de San Antón, con el fin de pedir a las administraciones
la declaración del Monte como Monumento Natural, se menciona
como uno de sus principales valores a las características
geológicas del monte.

Es importante reseñar que el Monte San Antón es
uno de los cerros testigo más significativos de la cobertera
Maláguide:
El complejo maláguide es el conjunto tectónico superior
de la zona interna de la Cordillera Bética, estando a su
vez formado por los materiales del zócalo (más antiguos
y que se formaron en el paleozoico) y la cobertera (formados en
el mesozoico y cenozoico).
Los materiales y estratos del zócalo y la cobertera corresponden
a ciclos orogénicos distintos, estando la cobertera dispuesta
sobre el zócalo.
En muchas zonas la cobertera, que hace millones de años
habría cubierto gran parte de la zona litoral de la provincia
de Málaga, se ha perdido a los largo del tiempo por procesos
erosivos, aunque han quedado los denominados "cerros testigos"
que aún mantienen una buena representación de estos
materiales, como el Monte Victoria (formado casi totalmente por
dicha cobertera), el Cerro de la Tortuga ó el propio San
Antón.
En el Monte San Antón los materiales de la cobertera Maláguide
están totalmente representados, alcanzando su mayor desarrollo
con una potencia máxima de 70 metros (la potencia es el
grosor de las capas o estratos).
La constitución general del Complejo Maláguide
es la siguiente (tomado de Wikipedia)
En el zócalo podemos distinguir tres formaciones:
1. Formación detrítica inferior:
está muy extendida, aflorando en los Montes de Málaga
y en las sierras costeras occidentales de la provincia de
Málaga. Esta formación está constituida
por pizarras y areniscas micáceas, y minoritariamente
por cuarcitas que destacan por su color blanco. En los Montes
de Málaga, esta formación está atravesada
por una red de diques de rocas ígneas subvolcánicas.
2. Formación de calizas alabeadas: es una formación
carbonatada muy extendida en el complejo maláguide
que está superpuesta a la formación detrítica
inferior. Estos materiales no suelen ser calizas estrictamente,
son materiales calizos que van desde calizas pizarrosas y
areniscosas, hasta areniscas calcáreas.
3. Formación detrítica superior: sobre las calizas
alabeadas se sitúa esta formación detrítica
formada por pizarras, grauwakas y conglomerados. Los afloramientos
más amplios se observan en el oeste de Málaga.
En la parte superior de esta formación se observa una
discordancia sedimentaria, lo que pone de manifiesto la existencia
de una etapa tectónica.
Las rocas de la cobertera se disponen discordantemente sobre
las anteriores. La cobertera está formada por una serie
de formaciones que suelen presentar lagunas estratigráficas:
1. Permo-Trías: formada por areniscas,
conglomerados y arcillas. Destacan por su colo rojo. Casabermeja
se sitúa sobre estos materiales. Son de edad Triásica.
2. Carbonatos jurásicos: se encuentran sobre los materiales
triásicos, de muro a techo del conjunto encontramos
los siguientes materiales, margas, dolomías y calizas
en la parte superior.
3. Cretácico y Cenozoico: el conjunto se ve afectado
por una etapa erosiva en el cretácico inferior, los
materiales de después del jurásico son muy escasos.
Después del cretácico, en el cenozoico, aparece
una formación distintiva del maláguide, que
son las calizas y calcarenitas del eoceno.
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Se puede encontrar más
información sobre la geología de San Antón
en los libros siguientes por ejemplo: "Por
los Caminos del Monte San Antón"
de la Editorial Airon escrito por los profesores
malagueños Teresa Fernández, Arantza Plazaola,
Dolores Gálvez, Juan A. Valero, Arturo Fernández,
Erneste Fernández y Juan C. Orozco, y también
en "El Monte San Antón (Málaga).
Análisis de un espacio natural periurbano",
de Matías Mérida Rodríguez, publicado
por la Editorial Textos mínimos de la Universidad
de Málaga en 1994.
En el apartado de historia se hace
referencia a la utilización de rocas de San Antón
para la construcción de las primeras iglesias que
se levantaron en la ciudad de Málaga tras la toma
de la misma por los Reyes Católicos.
Así mismo hemos incluido en el apartado de historia,
un epígrafe dedicado a las caleras que hubo en
el monte para la elaboración de cal.

En la zona del Monte San Antón existen 4 corrientes
de agua principales, todas ellas de carácter estacional:
dos de ellas nacen en el propio cerro, la Cañada
ó Arroyo de San Antón y el Arroyo Winttemberg
también llamado Arroyo El Palo, mientras que los
otros dos arroyos, el Jaboneros y el Gálica, de
mayores dimensiones y caudal, nacen unos cuantos kilómetros
más al norte.
De estos cuatro arroyos, tres vierten sus aguas directamente
al Mar Mediterráneo, mientras que el Arroyo San
Antón desemboca en el Jaboneros.
El Arroyo Gálica en realidad no forma parte del
sistema del Monte San Antón, quedando mayoritariamente
fuera del área en que se considera inmerso el cerro,
pero algunos de sus afluentes de su margen derecha si
que recogen las aguas de sus laderas.
Las calizas permiten que las precipitaciones se infiltren
en la tierra acumulándose y actuando en general
como regulador de su salida del sistema e impidiendo la
escorrentía superficial. En puntos donde la roca
caliza contacta con otras de tipo impermeable, pueden
producirse afloramientos en forma de fuentes y manantiales,
y cuando el caudal es grande estas aguas pueden continuar
por la superficie en forma de arroyos.
Cuando el agua subterránea se acumula sobre una
capa impermeable puede ser aprovechada con minas de agua,
forma típica de acceso al agua en toda la comarca
de Los Montes de Málaga (en el Monte San Antón
hay dos de estas minas).
La red fluvial es de tipo dendrítico y como es
típico en cerros y montañas aislados, se
organiza de forma centrífuga.

Aunque como hemos dicho la presencia de rocas calizas
tiende a regular la escorrentía, cuando el sustrato
rocoso es de caracter más silíceo esto cambia.
Las fuertes pendientes de las laderas unido a la gran
ausencia de vegetación en la cuenca y al carácter
irregular de las precipitaciones en nuestro clima mediterráneo,
hacen que cuando hay precipitaciones aumente rápidamente
el caudal de estos arroyos, y si las mismas son copiosas
y torrenciales, cosa habitual y frecuente en los otoños,
el caudal de estas corrientes pueden resultar devastadores
tanto por su fuerza como por el transporte de materiales.
La mayoría de arroyos permanecen secos la mayor
parte del tiempo debido a estos factores (dimensiones
de la cuenca, ausencia de vegetación, rápidos
procesos de escorrentía supuerficial y vertido
al mar, etc.).
En cambio los Arroyos Jaboneros y Gálica si que
pueden presentar agua corriente durante muchos meses al
año en ejercicios normales climatológicamente
hablando. (en la imagen de la derecha vemos el Puente
sobre el Arroyo Gálica de la Ronda Este de la Autovía
del Mediterráneo A-7).
Cuando iniciamos el ascenso al Cerro desde el final
de Calle Stradivarius, a la derecha de nuestro camino
tenemos las cuencas del Arroyo El Palo o Winttember
en primer término, y mayoritariamente lo
que vemos es la gran cuenca del Arroyo Gálica
y sus afluentes, que dominan toda esta zona oriental
próxima al monte.
Si se desea se puede pinchar
en el pequeño mapa de la izquierda que ofrece
una vista parcial de esta zona del Arroyo Gálica
observable al incio de la subida a San Antón.
Así mismo en la panorámica siguiente
podemos clicar y ver estas vistas hacia la zona
oriental del cerro en las primeras rampas de ascesión
al mismo.

En las zonas norte y oeste próximas
al cerro en cambio domina el curso medio y bajo del Arroyo Jaboneros.
Podemos observar bien gran parte de su trayectoria final una vez llegamos
al collado de las dos cimas principales, desde donde las vistas panorámicas
del tramo bajo son excelentes, alcanzando también nuestra vista
hacia buena parte del tramo medio y alto (ver apartado de subida a
la cumbre de San Antón).
Este arroyo rodea al Cerro de San Antón por occidente, viniendo
desdel el norte y desembocando en el mar justo en la frontera entre
Pedregalejo y El Palo, cuyos límites los marcan precisamente
el cauce de este arroyo.
El Arroyo Jaboneros nace en la zona sur del
Monte Reina y del Puerto del León, zona conocida comúnmente
como Cabecera del Jaboneros.
Desde ahí inicia un recorrido de unos 19 kilómetros
hasta desembocar en el Mar Mediterráneo, en un trazado de orientación
básica de norte a sur jalonado de gran cantidad de antiguos
lagares.
La imagen de la derecha está tomada desde el Collado situado
entre las cumbres principales de San Antón y mirando hacia
el norte.
En la misma se ve perfectamente la cabecera del Arroyo Jaboneros,
gran parte de su curso hacia el sur, pasando por la zona del Monte
Matanza y por su famoso bosque, del que se dice que fue el único
bosque originado por aquellas repoblaciones y que no es de la Cuenca
del Guadalmedina y por tanto del Parque Natural.
También vemos en primer plano la entrada al perímetro
y zona adyacente del Monte San Antón, iniciando un giro hacia
occidente para bordear el cerro y dirigirse nuevamente hacia el sur
siguiendo su curso para desembocar en el mar.
Deja a su derecha al Cerro Escalera, la Autovía del Mediterráneo
y al Túnel del Cerrado Calderón, y pasa por varias e
importantes barriadas de Málaga, como la Cerrajerilla y La
Mosca. Atraviesa la Autovía por el Puente del Arroyo Jaboneros
y entra en la zona urbana del Distrito Málaga Este, desembocando
en las Playas del Palo, dejando el barrio de Pedregalejos a occidente
y al barrio de El Palo a oriente.

El Valle del Jaboneros fue en siglos pasados
un importantísimo lugar de producción de vino, enmarcado
en la pujante comarca de Los Montes de Málaga.
La repoblación que dió lugar al actual Parque Natural
Montes de Málaga tenía como principal objetivo detener
las frecuentes inundaciones producidas por el Rio Guadalmedina, por
lo que Valle del Jaboneros no se repobló. La carretera A-7000
llamada comunmente como De Los Montes, es el límite del Parque
Natural por oriente, ya que se suele decir que de la carretera hacia
el este, las aguas no vierten hacia el Guadalmedina, sino hacia el
Jaboneros.
Ambos arroyos, el Jaboneros y el Gálica,
son catalogados por el PGOU como de Calidad Ambiental Alta, ya que
actúan como importantísimos corredores ecológicos
para la fauna, conectando distintas áreas de gran importancia
ambiental y facilitando el trasiego de fauna en el territorio municipal,
a la vez que acogen a importantes comunidades con una muy alta biodiversidad.
También enriquecen el paisaje y mejora la capacidad de cultivo
de amplias zonas. Todo eso además de drenar el agua de sus
propias cuencas hidrográficas, claro. En el apartado de bibliografía
y enlaces se pueden encontrar las fichas técnicas de estos
arroyos según el PGOU de Málaga.
Estos dos arroyos, el Jaboneros y el Gálica,
son además los más importantes de entre los que aún
vierten sus aguas al mar por la superficie, de toda la margen oriental
del litoral del municipio de Málaga (quizás se podría
incluir al Arroyo Totalán, que hace de frontera municipal).
El 9 de julio de 2012 se inauguraron los puentes o pasarelas sobre
los cauces de los Arroyos Gálica y Jaboneros, una reivindicación
antigua de los vecinos del Palo, ya que hasta la construcción
de estos puentes había que cruzar por la arenca para seguir
el Paseo Marítimo. Estas pasarelas daban por fin continuidad
a un gran tramo del Paseo Marítimo del litoral municipal.
Estos puentes se realizaron ambos con cargo al Fondo Estatal para
el Fomento de la Economía Local y Empleo (Fondos Zapatero)
del año 2009.
En el apartado de bibliografía y enlaces se pueden encontrar
las noticias de la inauguración de estos puentes en los Diarios
El Mundo Digital y La Opinión de Málaga (esta última
noticia aporta una buena información general de la arquitectura
y tipología de estos puentes, así como de las dificultades
que había que resolver para su construcción y otros
datos de interés).

Es
sabido por muchos malagueños que los valores paisajísitos
del Monte San Antón son muy elevados, tanto para ofrecer
vistas desde el mismo hacia su entorno, como para aparecer como
un icono topográfico de gran relevancia para una parte
importante de la ciudad de Málaga.
Al primero de estos aspectos se le denomina
Potencial de Visualización, y el nombre que se le dió
desde antiguo al monte, Cerro de Buenavista, expresa bien la
opinión que los malagueños de antaño tenían
de dicho potencial en el caso del Monte San Antón.
Como se dijo anteriormente, la gran singularización
topográfica del monte, apareciendo como el punto
más alto en varios kilómetros a la redonda, su
situación periurbana, su constitución geológica
y su relieve fuerte y abrupto hacen que la presencia del monte
no pase inadvertida desde los puntos en los que las condiciones
de visibilidad lo permiten.
En el Plan General
de Ordenación Urbana de Málaga de 1983 se expresa
claramente la importancia ecológica y paisajística
del Monte San Antón.
Para ofrecer alguna información básica sobre el
paisaje del monte usaremos el estudio realizado por Matías
Mérida Rodríguez a principio de los años
90 y que podemos encontrar en el libro "El Monte San Antón
(Málaga). Análisis de un espacio natural periurbano",
editado por la Universidad de Málaga (ver apartado de
bibliografía y enlaces).
En dicho estudio Matías Mérida analliza las condiciones
de visibilidad del Monte San Antón, encontrando que lo
los aspectos topográficos no son determinantes para saber
desde qué puntos de la ciudad se puede observar actualmente
el monte, ya que desde los años 60 en la ciudad se ha
venido produciendo un gran crecimiento en altura de las edificaciones
en la ciudad que hacen que el monte no sea visible desde muchos
puntos desde los que antiguamente si que debería haber
sido visible.
Así, en el mapa de las condiciones de visibilidad topográficas
se muestra en negro las zonas de la ciudad desde las que por
imperativo topográfico no es posible ver el monte. Estas
zonas se localizan casi todas al este del Río Guadalmedina,
zona centro y norte de la ciudad a la izquierda del río:
Centro Histórico, Capuchinos, Victoria, Olletas, Ciudad
Jardín, etc,. También se encuentran entre estas
zonas el Limonar y parte de La Caleta.
El monte sería visible desde toda la zona oeste de la
ciudad, excepto parte del barrio de la Trinidad. Además
desde casi todo el litoral y las barriadas más próximas,
como Pedregalejo y El Palo tendrían una gran visibilidad
del monte.
En la siguiente imagen tomada desde la barriada de Echevarría
del Palo podemos fácilmente hacernos una idea de la fuerte
influencia paisajísita que tiene el monte por esta zona
y en otras muchas partes del distrito.
Desde un punto de vista paisajístico y para ver el carácter
referencial del monte, es importante estudiar sus condiciones
de visibilidad desde las vías de entrada de la ciudad,
teniendo así un punto de vista de la percepción
del visitante además de los propios habitantes de Málaga.
Desde la mayoría de vías de entrada a la ciudad
se visualiza bien el monte.
Únicamente desde dos de ellas, ambas de acceso a la ciudad
por el norte, no se puede ver San Antón: la Nacional 321
o Carretera de las Pedrizas y la Comarcal A7000 o Carretera de
los Montes, aunque desde esta última si que se puede ver
el monte de forma intermitente al alejarnos unos pocos kilómetros
de la ciudad, ofreciendo en la Venta El Mirador o en la Fuente
de la Reina y el cercano Puerto del León, algunas de las
pocas vistas accesibles de la cara norte del monte. La imagen
de la derecha está tomada desde esta última zona.
.
Respecto al potencial de visualización o capacidad del
monte para generar vistas sobre su entorno, se concluye en el
estudio que el monte presenta una gran amplitud de vistas, condicionadas
en algunos puntos cardinales fuertemente por la orografía
del entorno, y que dicho potencial es mayor hacia la zona oeste
de la provincia.

El potencial de visualización del Monte San Antón
es muy amplio, alcanzando hasta los 50 kilómetros hacia
el este, 65 km. hacia el oeste y 40 km. hacia el noroeste.
Hacia el norte, y debido a la presencia del macizo de Los Montes
de Málaga con una altura de unos 1000 metros, el potencial
disminuye bastante, hasta los 7,5 kilómetros.
Por fin, hacia el sur es igualmente muy alto, aunque al encontrarse
con el Mar Mediterráneo la distancia alcanza hasta el horizonte
marino.
Por el oeste el
Valle del Guadalhorce permite una mayor visibilidad, efecto que
se ve aumentado al estar el mismo rodeado por grandes sierras
como la de MIjas, Alpujata, Real, Tolox, Prieta, Alcaparín
y Aguas. Además en esta perspectiva se incluye la propia
ciudad de Málaga, visible en su mayoría desde el
monte.
En el estudio de Matías Mérida
se destacan varios aspectos importantes del paisaje del Monte
San Antón. Así, desde un punto de vista
intrínseco, es decir, considerando el espacio
independientemente de su entorno, describe los siguientes:
-
Morfología global: disposición integrada
de su relieve, con una línea curva que une las
tres cimas y que engloba los puntos situados en su parte
cóncava aislándolos de su entorno.
-
Simetría de las cumbres principales, con altura
idéntica y simetría en sus laderas, con
pendiente similar.
- Escarpes calizos: los cortados sur y oeste, de similares
caracterísitcas, aunque el oeste tiene unas dimensiones
mayores. Marcan una ruputra de las pendientes, siendo
en algunos casos superiores al 90 %, y con una potencia
de 20-30 metros (en algunos puntos del cortado oeste
incluso superior) y de una longitud de unos 300 metros
en el oeste (el sur tienen una presencia más
intermitente). Estos cortados producen un gran impacto
visual y hace que el monte resalte poderosamente de
su entorno.
- Masa forestal situada en el sector central. Esta masa
boscosa tiene mayor valor paisajístico debido
a su situación enmarcada entre zonas rocosas
desprovistas de vegetación.
Desde un punto de vista extrínseco,
es decir, considerando el monte en su entorno, establece
como más importantes los siguientes aspectos:
-
Altitud y singularización: aunque solo tiene
unos 500 metros de altura, es mayor que los montes cercanos,
apareciendo además aislado en el espacio.
- Cercanía al mar, con una situación a
menos de 3 kilómetros entre el mar y las cumbres
principales, lo que acrecienta la sensación de
altura y de fuertes pendientes.
- La litología con presencia de calizas blancas,
frente a otros materiales más antiguos del Bético
de Málaga en los puntos más elevados de
su entorno acrecienta la diferencia cromática
entre ambos espacios (grises azulados de San Antón
frente a tonos marrones y ocres en su entorno).
- Morfología: las formas de San Antón
son agrestes y de fuertes pendientes, lo que contrasta
con formas más redondeadas y de laderas convexas
de las zonas contiguas.
- Cercanía a un núcleo urbano, que acrecienta
el contraste entre la zona urbanizada de la ciudad y
una zona que aún formando parte de la zona cercana,
aparece natural, lo que aumenta su valoración
por parte de los ciudadanos.
- Pertenencia al núcleo urbano, con parte de
sus laderas construidas o urbanizadas, lo que hace que
perceptivamente el observador lo incluya en la ciudad
y al tiempo lo separe y distinga de las zonas rurales
de su entorno acrecentando sus diferencias y por tanto
su singularidad.
Matías
Mérida concluye en su estudio que el Monte
San Antón es uno de los espacios con mayor
calidad visual de la ciudad de Málaga, al nivel
de auténticos símbolos urbanos como
la Catedral o Gibralfaro.
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